Alternativas profesionales para mejorar la empleabilidad de los investigadores

La Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) y la Asociación de Científicos Retornados a España (CRE), con la colaboración de la Fundación Ramón Areces (FRA), organizaron en Madrid la jornada “Abriendo mentes sobre carreras profesionales de los científicos: más allá de la Academia” con el objetivo de explorar, de la mano de relevantes investigadores, distintos campos profesionales para carreras científicas que permitan a los jóvenes investigadores de nuestro país mejorar su empleabilidad.

El acto, que fue inaugurado por el Director de la FRA, Raimundo Pérez-Hernández y Torra, el Director General de FECYT, José Ignacio Fernández Vera, y el Presidente de CRE, Fernando Josa Prado, se celebró en el marco de una serie de iniciativas que CRE quiere promover para potenciar la flexibilidad a la hora de la elección de carreras profesionales y salidas laborales. 

Entre los participantes de la jornada se encontraban representantes de reputados centros de investigación y del ámbito universitario que abordaron el papel de la ciencia y el científico en la sociedad y aportaron su visión y experiencia en temas como la movilidad, la investigación en el mundo empresarial, la gestión y administración de la ciencia y la comunicación científica. 

En concreto, Carlos Martínez Alonso, del Centro Nacional de Biotecnología (CNB), hizo un repaso histórico de cómo la ciencia ha contribuido al progreso de la humanidad y reflexionó sobre los siguientes retos de la ciencia, entre los que mencionó las nuevas profesiones y capacidades para ser más competitivos. 

Por otra parte, Fernando Peláez, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), analizó las diferencias que existen entre la investigación en academia e industria en relación a la financiación, la gestión de RRHH, las oportunidades de desarrollo profesional o la propiedad de los proyectos, entre otros. 

Para hablar del “invespresario” se contó con José Luis García López, del Centro de Investigaciones Biológicas. Él definió este concepto como el investigador que funda una empresa y distinguió entre empresas de servicios (asesoría, formación, análisis…) y de productos o equipos.  Se trata –dijo– de otra manera de entender la ciencia, de otro modo de compromiso social y de otra forma de independencia.  También se refirió a las posibilidades que existen para compaginar el perfil público con el privado, respetando la ley de incompatibilidades. 

Marisol Pastor, de la Fundación Universidad-Empresa (FUE), subrayó que el 65% de los jóvenes trabajarán cuando les llegue el momento en profesiones que no existen y ofreció para los jóvenes investigadores los servicios de la Fundación como, por ejemplo, redacción de CV, orientación profesional, etc… 

El Director de la Fundación Madri+d, Fernando Morán, describió su trayectoria profesional que llevó en paralelo como profesor y gestor. Morán explicó la gestación del Instituto de Astrobiología, su participación en Genoma España y su etapa como Secretario General de Universidades. 

Como científica retornada a España habló Carolina Pola, quien explicó su experiencia en el mundo editorial y la comunicación científica. 

Por último, Izaskun Lacunza, de FECYT, habló de las iniciativas europeas para estimular una mejor gestión del desarrollo profesional de los investigadores y destacó PIPERS (Policy into Practice: EURAXESS Researcher Skills for Career Development), un proyecto internacional financiado por la Comisión Europea a través del 7º Programa Marco y coordinado por el British Council. 

En este marco, FECYT ha coordinado la elaboración de un documento titulado “Recomendaciones para promover el desarrollo de carrera investigadora en Europa” en el que han participado expertos provenientes de departamentos de recursos humanos universitarios, de asociaciones de científicos,  de organizaciones internacionales… 

Dentro de las recomendaciones, cabe destacar aquellas que sugieren que la Comisión Europea y los Estados miembro desarrollen marcos políticos y proporcionen financiación para estimular el desarrollo de planes de carrera investigadora estructurados y que monitoricen su progreso e impacto. 

Además, es necesario que las instituciones de investigación se involucren ofreciendo oportunidades de desarrollo profesional a sus investigadores y que los científicos se responsabilicen de su propia formación.